
Trastorno del Espectro Autista: Señales de Alerta para la Detección Temprana
Trastorno del Espectro Autista: Señales de Alerta para la Detección Temprana Seguramente hayas oído hablar
La ansiedad infantil es la sensación de miedo o inquietud que experimentan los niños ante situaciones que perciben como amenazantes o desconocidas. Las preocupaciones infantiles pueden ser acerca de separación de los padres, rendimiento escolar, salud, amigos, entre otros temas. Tanto la Ansiedad como las Preocupaciones pueden convertirse en un grave trastorno si no se trata adecuadamente.
La información presentada en este artículo ha sido elaborada por Psicólogas Infantiles profesionales y tiene carácter meramente divulgativo, no constituye un diagnóstico, tratamiento, ni sustituye la labor de los profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu psicólogo de referencia.
Todos los niños se sienten ansiosos o preocupados en alguna ocasión. Tenemos que tener en cuenta que los niños y adolescentes también suelen preocuparse por aspectos de su día a día, pueden pensar y preocuparse por algunas situaciones, cómo por ejemplo, los niños pueden tener miedo a la oscuridad o a los monstruos o los adolescentes pueden sentirse nerviosos cuando tienen un examen o exposición de algún trabajo. Pero en ocasiones, algunos niños o adolescentes tienen preocupaciones y miedos que son tan intensos que les impiden hacer sus actividades diarias o les afectan significativamente en su vida.
Estos niños están probablemente sufriendo ansiedad y pueden necesitar la ayuda especializada de un Psicólogo Infantil para superar el problema.
Todos los seres vivos estamos dotados de un sistema biológico que nos permite experimentar ansiedad o temor. La emoción del miedo en muchas situaciones puede funcionar como señal de alarma y como barrera para impedir que el niño se arriesgue en circunstancias para las que todavía no ha desarrollado las competencias necesarias. Emociones como el miedo, la ansiedad o la tristeza ocurren de forma normal en algún momento del desarrollo.
Un niño tiene ansiedad infantil cuando no sabe afrontar de forma sana ni superar los miedos y dificultades propias de su edad. Cuando se queda envuelto en ellos sin avanzar, aparecen conductas poco propias o se presentan episodios de miedo, preocupación o irritabilidad, que acaban afectando a su propia salud mental. Muchos niños que sufren un trastorno de ansiedad lo continúan viviendo en la edad adulta. Sin embargo, con un tratamiento temprano, muchos niños aprenden cómo controlar la ansiedad.
La ansiedad causa preocupaciones y miedos excesivos, y también cambios en el comportamiento del niño, como en el sueño, la alimentación y/o el estado de ánimo, entre otros.
A veces, cuando el mundo que les rodea parece incierto o peligroso, sienten miedo o preocupación. La ansiedad se caracteriza por miedos, preocupaciones y temores que afectan gravemente el funcionamiento del menor y que son desproporcionados en relación con la situación.
Aprender a reconocer el peligro correctamente y manejarlo de forma segura es una parte importante del desarrollo. Algunos niños se preocupan más que otros.

Los adultos conocemos la manera en la que experimentamos la ansiedad (nerviosismo, sudoración, respiración agitada, aumento del ritmo cardíaco, presión en el pecho…). En los niños, a esto se le puede sumar la falta de la madurez necesaria para identificar estas sensaciones y expresarlo. Para los padres suele ser complicado detectar estas situaciones puesto que tendemos a pensar que tan pequeños no pueden experimentar ansiedad o que no se van a preocupar con su edad.

La respuesta que pueden tener los niños es diferente dependiendo de la edad. En el caso de los niños más pequeños se manifiesta a través de irritabilidad, tristeza o llanto, además, puede aparecer sintomatología sin una causa aparente, como el dolor de cabeza o de tripa. La ansiedad causa con frecuencia en los niños molestias estomacales, náuseas, dolores de cabeza y problemas para dormir.
La ansiedad también puede afectar a las reacciones de su cuerpo. Se pueden sentir inestables, inquietos, agitados o faltarles la respiración. Pueden sentirse nerviosos, que les suden las manos o la boca seca. Afectan a la frecuencia cardíaca, la respiración, los músculos, los nervios y la digestión.
Cabe destacar que un niño puede ser consciente de que la ansiedad que le generan sus preocupaciones es exagerada, pero incluso así puede ser incapaz de controlarla. Es ahí cuando necesita la ayuda de sus padres y/o la ayuda de un psicólogo infantil.

Entender lo que le está ocurriendo puede ayudarles a relajarse, porque comprenderán que es una respuesta normal de nuestro cuerpo que nos ayuda a enfrentarnos a situaciones peligrosas.
Hablar en familia sobre las emociones les permitirá identificarlas mejor, con ello también serán capaces de hacer una mejor gestión de ellas. El hecho de tener una relación positiva, afectuosa y de escucha ayudará al niño a construir su fuerza interior. Si entiende mejor sus emociones y reacciones, ayudará de una forma más positiva cuando experimenten ansiedad.
Evitar constantemente lo que teme no le ayudará a superarlo, ayuda al niño a avanzar dando pequeños y positivos pasos hacia delante.
Una de las mayores problemáticas de los niños con ansiedad y preocupaciones se presenta en el momento de ir a dormir. Leer cuentos antes de dormir puede ser una buena estrategia, puesto que esto les permite relajarse a través de las historias y desarrollar un hábito.
Actuar como un ejemplo de cómo enfrentar la ansiedad motivará a los niños a imitar dicha actitud, lo que puede ayudarles a aliviar los síntomas.
Son muy útiles para aliviar los síntomas. Es importante enseñarles a controlar la respiración y aprender a relajar el cuerpo en los momentos de mayor tensión y ansiedad.
En ella se van introduciendo escritas las preocupaciones que puedan tener a lo largo del día en diferentes papeles. Cuando llegue el momento acordado previamente, la abriremos y veremos si tiene sentido esa preocupación, que podemos hacer o si simplemente decirle que se largue.
Los psicólogos infantiles están especializados en trabajar las diferentes problemáticas de los niños y los adolescentes. Buscar la ayuda adecuada es primordial para que el problema se solucione de la manera más adecuada y segura posible.
Un psicólogo infantil especialista en ansiedad, acompaña a las familias para aprender cómo trabajar, tratar y cómo controlar la ansiedad desde edades tempranas.
A través de un tratamiento adecuado al menor, los niños con ansiedad infantil aprenden a identificar qué es y como reconocer los síntomas, reduciendo los ataques de ansiedad y crisis de angustia.


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