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    ¿Mi hijo tiene TDAH?

    Señales del TDAH en la Infancia

    El TDAH es un trastorno crónico, es decir, para toda la vida, aunque con la edad hay algunos síntomas que predominan sobre otros, además se verán influidas por la correcta intervención de profesionales.

    El diagnóstico del TDAH no se puede realizar con precisión hasta pasados los 6 años, debido al carácter evolutivo de la atención y la impulsividad en los niños y niñas. La evaluación de este trastorno es un proceso que requiere tiempo y se debe de descartar para un mejor diagnóstico otras causas, como las deficiencias visuales y auditivas, que pueden provocar la confusión de este diagnóstico.

    Señales TDAH en la infancia

    La causa principal del TDAH no se conoce, pero los científicos creen que es una interacción compleja entre la genética, el entorno y la neurología. Se estima que está presente en un 5-10% de la población en general, lo que lo convierte en un problema extendido en los niños, en los cuales afecta a un 5% a nivel mundial y es uno de los diagnósticos más frecuentes en los centros escolares. Es importante destacar que el TDAH no es una elección o una cuestión de voluntad, las personas con TDAH no pueden simplemente “esforzarse más” o “concentrarse más”. El TDAH es un trastorno real que puede afectar significativamente la vida de una persona. Con el diagnóstico y tratamiento adecuados, las personas con TDAH pueden llevar una vida plena y satisfactoria.

    ¿Qué es el TDAH?

    El TDAH, o trastorno por déficit de atención e hiperactividad, es un trastorno del neurodesarrollo. Este tipo de trastorno afecta al niño en diferentes áreas de su vida, como en la académica, social, emocional, conductual y en la familiar.
    Viven en el aquí y el ahora, lo que hace que presenten pueden tener dificultades para aprender de las experiencias pasadas y actuar en consecuencia y tengan problemas para planificar y anticipar su futuro.

    Las características principales son la dificultad atencional o para concentrarse, la hiperactividad y la impulsividad.

    • Dificultad atencional a los estímulos relevantes del ambiente y dificultad para inhibir los estímulos irrelevantes.
    • La Hiperactividad es una manera de autorregularse, es la necesidad de estar en constante movimiento y la dificultad para inhibir dicha conducta.
    • Impulsividad a la hora de pensar o comportarme.

    ¿Cómo es el cerebro de un niño con TDAH?

    El cerebro de un niño con TDAH puede ser diferente al de un niño sin TDAH en términos de estructura, función y conectividad. Los estudios de neuroimagen han demostrado que los niños con TDAH pueden tener una corteza prefrontal y una corteza cingulada anterior más delgadas, así como una amígdala y un núcleo caudado más pequeños. Además, se ha observado una disminución en la actividad de la dopamina en el cerebro de los niños con TDAH, lo que puede contribuir a los síntomas del trastorno. En términos de conectividad, los estudios han demostrado que los niños que tiene este trastorno pueden tener una conectividad reducida entre la corteza prefrontal y otras regiones cerebrales, lo que puede afectar la capacidad de los niños para regular su comportamiento.

    Es importante tener en cuenta que estos hallazgos son correlacionales y no indican una relación causal entre el TDAH y las diferencias cerebrales. Además, los síntomas del TDAH varían de una persona a otra, por lo que no todos los niños experimentan las mismas diferencias cerebrales.

    Signos del TDAH en la infancia

    Los signos de advertencia tempranos del TDAH pueden estar presentes antes de realizar un diagnóstico formal, y es importante reconocerlos y abordarlos. Diferencias sutiles pero persistentes en el comportamiento de un niño pueden indicar la presencia de un trastorno antes de que se realice un diagnóstico oficial. Debemos tener en cuenta que hay gran variedad de conjuntos de signos o manifestaciones, dependiendo del niño/a, lo que hace que exista diferencia entre estos signos de un niño con TDAH a otro.

    Déficit de Atención

     Dificultad para concentrarse o mantener la concentración en una tarea y
    tendencia a distraerse fácilmente (tareas rutinarias, aburridas o con poca
    emoción)
     Comete de errores por descuido en trabajos o exámenes
     Olvidos frecuentes, problemas para organizar tareas.
     Aparente falta de atención, incluso cuando se le habla directamente.
     Dificultad para seguir instrucciones y finalizar tareas o trabajos escolares.
     Evitación o disgusto hacia actividades que demanden esfuerzo mental, como
    los deberes.
     Dificultad para aprender de experiencias pasadas
     Suelen mantener la concentración ante tareas que les resultan gratificantes
    (videojuegos, juegos, películas…)
     Pérdida de objetos necesarios para tareas o actividades (juguetes, asignaciones escolares, lápices).
     Olvido de realizar actividades diarias, como tareas del hogar.
     Dificultades en el establecimiento de metas conscientes a corto, medio y largo
    plazo y ser perseverantes con ellas.
     No existe un manejo adecuado del tiempo o noción temporal

    Hiperactividad e Impulsividad

     Inquietud excesiva, habla constante, interrupciones frecuentes
     Les cuesta regular su autocontrol, como esperar su turno, guardar la fila, administrar la paga.
     Inquietud, golpeteo con las manos o pies, moverse en la silla o levantarse de
    ella constantemente.
     Dificultad para controlar sus propias emociones y diferenciar unas de otras
     Levantarse del asiento en situaciones en las que se espera permanecer
    sentado.
     Toma de decisiones precipitada
     Correr o trepar en contextos inapropiados.
     Respuestas apresuradas antes de que se formulen preguntas completas.
     Dificultad para seguir instrucciones
     Dificultades para jugar tranquilamente o participar en actividades recreativas.
     Constante movimiento o actuar como si estuviera impulsado por un motor.
     Dificultades en las relaciones con compañeros y amigos

    Es importante tener en cuenta que estos signos pueden variar de un niño a otro y que el comportamiento ocasionalmente impulsivo o hiperactivo es normal en los niños en crecimiento. Sin embargo, si los signos se convierten en un patrón constante e interfieren en la vida diaria del niño, es esencial buscar una evaluación profesional. La identificación temprana y la intervención pueden marcar una gran diferencia.

    Desde EmocionalyMente nos encargamos del diagnóstico y la intervención del TDAH en las diferentes áreas que se ven afectadas por el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.

    Psicóloga Infantil Gloria López en Albacete

    Autora: Gloria López | Psicóloga Infanto-Juvenil de Emocional&Mente | Colegiada: M32294

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